Cuando las nubes sienten mi calor

Comernos cada pecado a bocados, bebernos los domingos entre hilos de algodón. Despeinarnos de un salto que dura casi la noche entera, que la lluvia se evapore cuando roce nuestra piel,

Cuando despierto

Quisiera escribir mi libro sobre tu piel, cada noche, y también cuando despierto.

Cuando El Capricho es ese apego tan lindo…

No son pocas las veces que despierto de un mal sueño y atraigo la calma con la compañía de mi propio pensamiento que me hace viajar al pasado. La sensación es fresca en los pies y cálida en el cuerpo.

Cuando el poema hiere

Mientras te acaricio se escribe un poema en el que la asonancia es de tu piel con mis jadeos y la consonancia es la rima de dos quejidos a destiempo creando dulces melodías que erizan la piel y hacen resbalar gotas de sudor frío.

Cuando aflora la locura de vivir

Abrir la ventana y cerrar los ojos al sol… mientras el frío rompe la tranquilidad de la piel. Ser fiel a la cerveza y degustar el vino como si la felicidad se extrajera de cada uva.

Cuando el mar se deja llevar

Nunca entenderé a los que, cuando el mar se enfurece, lo rechazan, como si pudieran controlar la naturaleza del universo, que juega con cartas de magia. Y yo siento que el mejor baño en el mar, duele primero en los pies, que triunfan sobre las piedras que se clavan sin piedad, hasta que el agua…

Cuando la carretera sea el destino

Afrontaremos el invierno a golpe de beso y manta, y dormiremos rozando la espalda en un gesto que nos llene de calor. No tendremos chimenea en el salón porque nuestro corazón fabrica incendios, y aunque el idioma que hablamos es experto en miradas, alimentamos silencios de bonitas palabras. Prepararemos viajes increíbles desde el sofá de…